Una de las
fiestas más bonitas y de la que mejores recuerdos tengo guardados en mi corazón jaques , es sin duda la fiesta grande de Jaca: la conmemoración del Primer Viernes de Mayo, pero sobre todo la de aquellos añejos “Primeros Viernes de Mayo” de los años cincuenta y sesenta, los de mi infancia; los Primeros Viernes de Mayo, sobre todo los de
hoy día son totalmente diferentes e
incomparables, más vistosos, más coloridos y mejor simbolizados e interpretados conforme a los tiempos modernos, nada que ver con las imágenes
que conviven en mi memoria, aunque mis sentimientos y mis emociones cuando llega este viernes tan señalado, cohabitan por igual… antes y ahora.
Siempre
esperaba con inmensa ilusión ese día; Jaca y su gente, la que vive siempre allí y la
que vive lejos y regresa el primer viernes de Mayo expresamente para vivirlo y disfrutarlo con la emoción propia, le dan un aura único e incomparable a la ciudad ese día, mezclando con sus
sentimientos y colorido el ambiente y emoción
tan personal de esa fiesta tan jacetana.
El desfile marcial de labradores y artesanos comandados por
el Conde Aznar y secundado por las bellas labradoras y artesanas jacetanas; el
himno de Jaca entonado con sentida emoción a las
puertas del Ayuntamiento, acompañado por
la multitud que ocupa todo el ancho y largo de la calle Mayor; el saludo cruzado de banderas
y los sonidos y el sabor a pólvora de los disparos de los arcabuces de las hermandades en
los lugares más emblemáticos del recorrido, consiguen que la sangre
baturra fluya a borbotones y se desborde incontroladamente a la sombra del Monte Oroel.
Días antes, -en
aquellos años- prácticamente todos los
niños nos preocupábamos de tener nuestro particular bastón de hierro al que llamábamos
“matamoros”
... si no recuerdo mal, era un hierro de
casi un metro de largo; en la punta le colocábamos
un fulminante explosivo y el mango, una empuñadura en forma circular;
cuando lo accionábamos contra el suelo
el pistón hacia explosión e intentábamos
sincronizar el sonido explosivo con los de las descargas de los arcabuces de las hermandades de artesanos y labradores
en el desfile.
Hoy creo que
esa tradición del bastón ha
desaparecido; o por lo menos ha menguado lo suficiente como para pasar inadvertida;
supongo que a los que sois de mi generación os sonará de algo lo que os he comentado; en las últimas visitas
a Jaca en nuestra fiesta tan propia, no he podido observar ni constatar esta costumbre entre los chicos de hoy.
También
recuerdo con nostalgia y cariño el primer viernes de Mayo del año 1964 en particular; En el desaparecido
templete de Santa Orosia, nacía el primer
grupo de Danzantes infantiles de Santa Orosia
del que fui uno de sus pioneros; unos meses antes de la fiesta, la hermandad de
danzantes “mayores” de Santa Orosia, nos
reclutaron a una docena de chicos de primero de bachiller del instituto Domingo
Miral para entrenar y formar ese singular primer grupo de danzantes infantiles, después hubo
otras “generaciones”, pero por lo que sé, la idea no cuajó lo suficiente y en apenas tres o cuatro años el grupo creo que desapareció.
Con palos secos preparados de fresno en ambas manos, con nuestras zapatillas de cáñamo, y con nuestro
típico traje, morada y ancha faja
de baturro y pañuelo rojo sobre nuestros
hombros, nos esforzamos y “combatimos” con ardor y mucha ilusión en las diversas danzas al compás del
sonido de la traca del “paloteau” por las calles de Jaca;

Lo innegable
es que llamó mucho la atención el estreno del grupito encuadrado en el desfile de ese año, incrustado entre
las hermandades de artesanos y labradores; mucha gente nos seguía por las calles de Jaca exclusivamente,
para vernos cada vez que nos tocaba
actuar; También nos invitaron a participar
en el Festival Folclórico de los Pirineos y recuerdo una de las veces que actuamos en el Teatro Olimpia de Huesca -como teloneros- delante de un selecto publico y otras actuaciones en fiestas mayores de pueblos cercanos.
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De Izda a Dcha...(fila superior) Carlos De Arriba, José L. Hijós, José L. Zamborain, Jorge Ochando, Jose Mª Tomas y Ernesto Ara. (fila inferior) Enrique Piedrafita, Cerezo, y Rafael Puyuelo. |
Mi recuerdo especial con cariño para algunos nombres que mantengo en la memoria de
aquella primera hornada, y que además también fueron mis compañeros de instituto.
(Gracia
Rumi, Juan José Ventureira, J. Luis Zamborain, R. Puyelo, Ernesto Ara, Hijós, J. Mª Tomas Gracia, A. Cerezo, Enrique Piedrafita, Carlos De Arriba, J. Ochando entre otros)…
un abrazo muy fuerte si alguno de vosotros leéis esto.
De nuevo este próximo primer viernes de Mayo estaré en Jaca,
mezclado con mi gente y cantando al unísono nuestro himno...
"Jaca libre sabe vivir, a la sombra del monte Oroel"...